¿Ni el tiro del final te va a salir?

I

A un gobierno no se lo puede criticar porque decide hacer lo que la gobernabilidad exige más allá de sus convicciones íntimas. Más complicado es admitir que con estas medidas recuperará la estima social. Al respecto, hay que decir que así como la estima social no se la “pierde de un día para el otro”, tampoco se la recupera de un día para el otro.

II

Analistas políticos le reprochan a Mauricio Macri tomar decisiones en las que no cree, ignorando que muchas veces el poder exige tomar esas decisiones. Ahora pregunto: ¿La misma exigencia de credibilidad estos analistas reclamaron cuando Carlos Menem decía ser liberal y Néstor Kirchner un defensor de los derechos humanos?

III

De Roberto Lavagna los kirchneristas dicen que será un nuevo De la Rúa, la respuesta del establishment gorila a un Mauricio Macri agotado. En el macrismo se especula que Lavagna le lava la cara a Cristina y, sobre todo, le limpia el prontuario; otros aseguran que a lo sumo será algo así como la Margarita Stolbizer de 2019, un acuerdo de frepasistas con “progres” que no superan el tres por ciento. Todas las posibilidades están abiertas, pero la pregunta del millón sería: ¿Lavagna en algún momento se atreverá a ser Lavagna?

IV

¿Ahora queda alguna duda de que el pacto con la República Islámica de Irán se firmó para levantar las alertas rojas? ¿Habrá alguna explicación o, por qué no, alguna sanción política y moral a quien pactó impunidad con los enemigos de la patria? O, pueblo de serviles borregos, ¿la vamos a premiar votándola?

V

En los suicidios de políticos también hay que establecer diferencias que no son tan sutiles. No es lo mismo el suicidio de Leandro Alem que el Adolfo Hitler; o el de Lisandro de la Torre que el de Hermann Goering; o el de Eduardo Chibás que el de Getulio Vargas, o el de Salvador Allende que el de Alan García. También entre los políticos suicidas hay justos e injustos; santos y pecadores.

VI

Los problemas del Papa Francisco en el Vaticano y con el mundo son muy serios y cada vez más numerosos. Problemas con los cardenales, con los obispos, con los pedófilos. Y sin embargo el compañero Papa se hace lugar para enviarle un rosario bendecido al compañero Amado Boudou. Un militante nacional y popular por gracia de Dios y a tiempo completo.

VII

La pregunta que importa contestar es si personajes como Alberto Samid, Luis D’Elía, Guillermo Moreno, Julio de Vido, el Morsa Fernández o Amado Boudou, entre tantos, son una anécdota, un episodio menor o expresan el corazón real del kirchnerismo, su estructura íntima de poder.

VIII

Alberto Samid no va a la cárcel por orden de Mauricio Macri; el compañero Samid va a la cárcel por malandra y por decisión de la justicia, pero está claro que esa decisión es posible porque existe un contexto favorable para que los jefes de la mafia populista estén entre rejas.

IX

En estos temas no hay que llamarse a engaño: una sociedad en la que personajes como Samid, Boudou, De Vido, Báez, López estén presos es una sociedad un poco más justa. Y mucho más lo sería si sus jefes y jefas los acompañaran en su destino carcelario.

X

No es desatinado suponer que Alan García en Argentina sería senador y si tuviera algún problema judicial dispondría de fueros. Y si eso no alcanzara, en lugar de intentar refugiarse en la embajada de Uruguay viajaría a Cuba donde sería recibido como un intrépido luchador social.

XI

“Cristina va a ganar las elecciones por afano”, dice Juan Grabois exaltado y convincente. He aquí una oración -pienso- en donde lo más importante es la última palabra “afano”, la palabra que al conectarse con la primera, “Cristina” otorga sentido, significado y trascendencia a la frase.

XII

¿El poder siempre corrompe, como asegura un conocido Lord? La historia responde que sí. Desde William Shakespeare en adelante se ha dicho todo lo que se tenía que decir al respecto. Sin embargo hay hombres que pasaron por el poder con las manos limpias. Esto quiere decir que es posible, aunque difícil, eludir esa trampa. En todos los casos el corrupto elige ser corrupto. O rehuye el pacto con el Diablo.

XIII

El dirigente gremial kirchnerista, Pablo Biró, llama a “voltear a este gobierno”. No es el primer peronista que se pronuncia en estos términos. Ni el primero ni el último, con los cínicos pedidos de disculpas incluidos. El derrocamiento de Mauricio Macri fue deseado desde antes de que asumiera y lo seguirán promoviendo hasta que concluya el mandato.

XIV

Cristina Kirchner a Cuba. Pensar que en los años sesenta viajar a Cuba era -verdadero o no- sinónimo de compromiso con la revolución y el hombre nuevo. Ninguna pesadilla entonces hubiera imaginado que Cuba se transformaría en aguantadero de corruptos y tilingas protegidas por corruptas.

XV

No soy creyente “gracias a Dios”, pero confieso que la primera vez que estuve frente a la catedral de Notre Dame en París, sentí que estaba en presencia de lo sagrado. Y ahora, al contemplar el edificio en llamas, volví a sentirme dominado de una sensación parecida, pero en clave de congoja.

XVI

Creo que desde los tiempos de Getulio Vargas en Brasil que un presidente o ex presidente no se suicida. No voy a transformar al suicidio en una virtud republicana, pero convengamos que ante tantos malandras sueltos escondidos detrás de los fueros, lo de Alan García se parece o se acerca a un acto digno.

XVII

Es difícil que un político inocente se suicide. Mucho menos un inocente con poder como era Alan García. Más razonable es suponer que en la intimidad de su corazón sintió que no había salida y antes que pagar con humillaciones prefirió pagar con su vida. ¿Hay algo de dignidad en esa muerte? Habría que pensarlo. Toda muerte merece cierto respeto, pero de allí a emplear la palabra “dignidad” hay un largo trecho que no sé si Alan García hubiera estado dispuesto a recorrer.

XVIII

Recuerdo que un editor de revistas “porno” defendía su empresa en nombre de la libertad de expresión. Siempre sostuve que la libertad de expresión se constituyó para defender otros valores y con esto no estoy reclamando censura, sino tratando de poner las cosas en su lugar. En la misma línea, los fueros parlamentarios se crearon para asegurar la libertad de expresión de los parlamentarios ante el monarca o el déspota; no para proteger a malandras estilo Menem o Cristina.

XIX

El disparo con el que Alan García se quitó la vida es un disparo a un poder cuya relación con los negociados parece inevitable. Hay algo de trágico en esta muerte. Y es posible que un toque de dignidad. Culpable o no, Alan García decidió pagar con su vida los errores cometidos. Albert Camus a ese gesto tal vez lo hubiera aprobado.

XX

Según el Papa emérito, Joseph Ratzinger, la responsabilidad de la homosexualidad y la pedofilia en la Iglesia Católica la tiene el Mayo Francés. Recórcholis: Cohn Bendit y Jean Paul Sartre serían los culpables. La represión oscurantista a la sexualidad, el cinismo de sacristía, la condena al placer y el culto obligatorio a la castidad, no tienen nada que ver con lo que sucede. Eso se llama lavarse las manos, proteger a curas degenerados y negarse a ver las verdaderas causas de la crisis, cuando no, aspirar a una impunidad criminal. Gracias a Ratzinger, por primera vez en mucho tiempo -y lo digo con la cautela del caso- estoy del lado del papa Jorge Bergoglio.

XXI

Hay “pistas” para evaluar a primer golpe de vista cuando un país es o no desarrollado. En mi experiencia “por el mundo” hay un detalle que marca la diferencia: los automovilistas que se detienen y dejan pasar a los peatones en las esquinas. El acto es mínimo pero no falla. En ese detalle está contenido todo lo demás: el respeto, la tolerancia, la justicia.

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