Santa Cruz, ¡de la que nos salvamos!

Se vino “la fresca” dice Quito, el mozo, mientras recoge los pedidos de sus habituales clientes. Abel corrige y observa que no llegó el frío sino que no hace calor, que no es exactamente lo mismo. José pide que no le demos tantas vueltas a las cosas porque los fríos santafesinos son éstos, no mucho más.

—Frío en serio hace en Santa Cruz -digo como para abrir el juego.

—Según parece -observa Marcial- las cosas están bastante calientes.

—En Santa Cruz sigue haciendo frío, lo que pasa es que los que están calientes son los santacruceños y además tienen muy buenos motivos para estar calientes.

—Ustedes son unos piolas bárbaros -se queja José- cuando los maestros hacen huelga en Buenos Aires ponen el grito en el cielo y hablan de poner límites al derecho de huelga y se extienden en amargas consideraciones acerca de la legitimidad de la represión, pero cuando los maestros hacen huelga en Santa Cruz o las patotas soliviantadas por Malnatti quieren quemar la casa de la gobernadora con los que viven adentro, está todo bien.

—En primer lugar -respondo- nadie apoya el escrache contra la gobernadora y su querida cuñadita, el presidente Macri manifestó su condena por el escrache y la ministra de Seguridad reforzó la seguridad de la ex presidente; en segundo lugar, entre lo que sucede en Santa Cruz y lo que ocurre en provincia de Buenos Aires o en el Congreso y la bendita carpa, hay unas pequeñas diferencias: el gobierno de Macri paga los sueldos, en Santa Cruz no los pagan; el gobierno de Vidal no reprime mientras que la policía de la señora Kirchner responde con bolas de gomas y machetazos… ¿te parecen pocas las diferencias?

—Si me permiten -dice Abel- agrego otras perlitas: la señora Vidal le ofrece a Baradel el veinte y pico de aumento y el energúmeno le responde con huelgas y piquetes, mientras que en Santa Cruz la oferta de aumentos es del tres por ciento… claro que hay diferencias.

—La señora Kirchner advirtió que recibió una provincia quebrada -recuerda José.

—¡Ah… mirá que lindo…! -exclama Marcial- ahora nos enteramos de que hay una provincia quebrada… y si no es ser muy indiscreto ¿se puede saber quién la quebró?

—Una maniobra de pinzas -responde José- entre los gobiernos anteriores y el gobierno nacional que la está ahogando financieramente para obtener réditos electorales.

—Vos no podés estar hablando en serio -le digo- tenés derecho a defender a los Kirchner, pero no tenés derecho a agarrarnos a todos de boludos.

—¿Y se puede saber por qué me acusás de todo eso?

—Por la sencilla razón de que los Kirchner gobiernan Santa Cruz desde 1991 y lo gobiernan como un feudo, controlan todos los poderes del Estado, manejan la plata, disponen de bandas a sueldo que trabajan para ellos, pero según vos, no es así.

—Virginia García… la senadora nacional -responde José- lo explicó con claridad. El último gobierno de Kirchner fue en el 2003… de allí en más gobernaron otros.

—Otros que eran puestos por los Kirchner -apunta Abel.

—Lo que estoy escuchando -digo- me parece una joda, un cuento verde. Todos los gobernadores desde 2003 en adelante fueron puestos por Él y por Ella. Uno solo renunció antes porque dijo que no quería ser cómplice del choreo.

—Peralta -dice José- mantuvo diferencias publicas con la compañera Cristina.

—Diferencias por el reparto del queso, nada más. Peralta también les armó la ley de lemas, esa suerte de fraude electoral gracias al cual doña Alicia es gobernadora.

—Una gobernadora -advierto- que fue ministra de su hermano y de su cuñadita, pero también fue ministra de la dictadura militar… una joyita de chica.

—Ustedes lo que quieren es que la compañera Alicia eche empleados públicos, cosa que no va hacer…

—Yo lo que quiero -dice Abel- es que le paguen a la pobre gente, nada mas y nada menos … ¿o es mucho pedir que paguen los sueldos?

—Yo también quiero que paguen los sueldos -digo- pero como dijo una dirigente opositora; en Santa Cruz el problema de fondo no es que haya poca plata sino que hay mucho ladrones.

—Son incorregibles -arremete Marcial, previo un suspiro- incorregibles… chorearon en el país, dispusieron de 23 provincias para chorear a gusto, pero como la fábula del escorpión y la rana también terminaron choreando en su feudo… incorregibles…

—Por más vuelta que le den al asunto -responde José- lo que no pueden desconocer es que la crisis provincial está alimentada por Macri y Magnetto.

—¡Mirá que lindo! -exclama Marcial-, a la vuelta del camino nos venimos a enterar que la culpa de todo la tienen Macri y Magneto, los Kirchner no tienen nada que ver.

—Vos hace un rato -le digo a José- la citabas a Virginia García, la cuñada de Máximo… senadora nacional la chica… la misma que dice que los Kirchner no gobiernan en Santa Cruz… ¿raro, no?

—Esto es para no creer -exclama Abel- tener que discutir que en Santa Cruz los Kirchner son inocentes… son los dueños de la provincia, robaron a cuatro manos, compraron estancias, levantaron hoteles, construyeron mansiones, se trasladan en autos de alta gama, vuelan en aviones propios, pero ellos son inocentes… el malo otra vez vuelve a ser Magnetto.

—Ustedes no pueden apoyar a una banda de bárbaros que pretenden linchar a dos mujeres con un bebé.

—Te repito… nadie los apoya -dice Marcial- pero te recuerdo que esa manga de bárbaros no son matones a sueldo, es gente que está caliente y tiene motivos para estarlo… tal vez se equivoquen por lo que hacen, pero… ¡qué querés que te diga!… yo los entiendo.

—¿Vos te acordás José cuando decías que era una mentira de Macri afirmar que si el kirchnerismo hubiera ganado las elecciones, el futuro que nos aguardaba era Venezuela?

—Es obvio que se trataba una mentira, de un latiguillo de campaña electoral.

—Lo obvio es que ustedes gobiernan Santa Cruz y allí están los resultados, una realidad dolorosa para los santacruceños pero que nos permite a nosotros disponer de un espejo para saber lo que nos hubiera pasado si a las elecciones las ganaba Scioli.

—Ésa es una afirmación mal intencionada… lo que ustedes tienen que dar explicaciones es sobre el treinta por ciento de pobres y los índices de desocupación…

—Vos no tenés cara -increpa Marcial- desde 1990 a la fecha, es decir, desde hace 27 años, los peronistas gobernaron 24, pero resulta que de la pobreza, la corrupción y de los desocupados, la culpa la tenemos nosotros.

—Chicanas más chicanas menos -digo- lo que Santa Cruz nos enseña una vez más es cómo concluyen las experiencias populistas. Estamos ante una provincia que tiene menos habitantes que la ciudad de Santa Fe y en la que la inmensa mayoría vive del Estado; una provincia con recursos petroleros y turísticos pero fundida, mientras que curiosamente sus jefes políticos en el mismo período se hicieron multimillonarios; una provincia que sólo se pudo sostener dilapidando los recursos provinciales y nacionales.

—Agrego algo más para completar ese escenario negro que describís: a Cristina, Alicia, Máximo, Zannini y sus compinches hay que entenderlos… equivocados o no están luchando por su libertad, saben que lo que hacen o dejan de hacer tiene como destino final la cárcel y yo… ¡qué quieren que les diga…! a la gente que lucha por su libertad la entiendo, despierta mis simpatías… no debe ser lindo saber que lo que te espera es un traje a rayas.

—No comparto -concluye José.

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