«Y la barba hasta Cristo se la han afeitao»

I

Al anarquismo se lo relaciona con la violencia y la crítica a toda religión. La relación no es arbitraria porque importantes líderes anarquistas reivindicaron estos valores. Pero a lo largo de la historia se ha desarrollado una corriente anarquista pacifista y religiosa. ¿Ejemplos? Tolstoi, Gandhi, Unamuno, Luther King, Sábato…Jorge Luis Borges se definió más de una vez como anarquista. Mientras que liberales como Herbert Spencer y Robert Nozick, entre otros, han admitido grandes afinidades con el pensamiento libertario. Los más exagerados aseguran que Jesús fue el primer anarquista. Más allá de sus excesos y desbordes, de su heroísmo y testimonio ético, el anarquismo es uno de los pensamientos más interesantes que ha elaborado la humanidad. Se dijo una vez en  broma que hay tantas posiciones anarquistas como anarquistas. El único punto en el que todos los anarquistas están de acuerdo es la crítica al poder, a toda forma de poder.

 

II

¿Qué pensarían Fiodor Dostoievski, Albert Camus y Roberto Arlt -escritores que se inspiraron en la épica anarquista- de los ridículos y despreciables personajes que invocan la causa de la anarquía para proyectar vaya uno a saber que oscuras pulsiones, mientras viven de los planes sociales del Estado opresor?

 

III

Vivimos tiempos de decadencia. Nunca pensé que el «síntoma» también alcanzaría a los anarquistas. Ni Radowitsky, ni Willkens, ni Di Giovanni, ni Sacco, ni Vanzetti,  ni el bravo Buenaventura Durruti hubieran fracasado miserablemente como fracasan sus retoños. ¡Manga de inútiles! Como diría mi tía Cata: «Estos chicos invocan el anarquismo porque no les gusta bañarse”.

 

IV

Se repite hasta el cansancio que la realidad supera a la ficción. Pero en el caso de la relación entre los anarquistas de “Los Siete locos” de Roberto Arlt y los siete gatos locos que intentaron incursionar en el cementerio de Recoleta, la realidad no solo es mucho más pobre que la ficción; es también más grotesca, más sórdida.

 

V

Crónica del diario La Prensa de 1904: “El comisario informó que en el día de la fecha fue encontrado en la calle un hombre desvanecido. Trasladado a la seccional descubrieron que el hombre no había sido víctima de un ataque sino que se había desmayado por hambre. Pero el dato más asombroso se produjo cuando los agentes encontraron en el bolsillo del saco de este señor un enorme fajo de billetes. Interrogado luego por el comisario acerca de la contradicción entre esa suma de dinero y el hambre, el “masculino” contestó en primer lugar que era dirigente sindical libertario y enseguida agregó que efectivamente tenía mucha hambre pero ese dinero no lo podía tocar porque era de la caja del sindicato”. Mi apreciado y considerado lector: ¿Se imagina que hubieran hecho en una situación parecida Moyano o Barrionuevo? ¿O los esperpentos “anarquistas” de la Recoleta oportunamente “enganchados” a los planes sociales del Estado monstruo?

 

VI

En política aprendí que hay decisiones que se deben tomar incluso aunque nos resulten desagradables; pero ciertas declaraciones son gratuitas, innecesarias, torpes. Ejemplo: : «Váyanse de Buenos Aires para cuando se inicie el G20», «Con un ajuste como éste, otros gobiernos habrían caído». Las razones de Estado se imponen, pero las boludeces son evitables. Además suelen ser gratuitas, pero lo preocupante es que más de una vez las consecuencias no la son.

 

VII

Con el piloto  Fabián Penin interfiriendo vuelos de aviones, se acaba de legitimar –y tal vez  legalizar- el fuero al pelotudo. Esto quiere decir que cualquier ciudadano puede cometer el delito más grave, pero recupera en el acto la libertad si admite que es un pelotudo. Ni Eugenio Zaffaroni hubiera imaginado semejante ganga.

 

VIII

No deja de ser algo patético y algo siniestro que después de treinta años de gobiernos peronistas en provincia de Buenos Aires y, en particular, en el Conurbano, algunos periodistas y algunos políticos populistas responsabilicen a Cambiemos de las inundaciones en la zona.

 

IX

Se habla de la inflación económica (importante, porque antes de 2015 oficialmente no se hablaba) pero sería interesante reflexionar acerca de lo que denominaría hiperinflación de la protesta política. ¿Hiperinflación política? Si, claro:  niveles de protestas operando muy por encima de las causas reales de malestar; emisión de ideologías devaluadas y consignas degradadas; maniobras para eludir causas judiciales; hábitos corporativos y mafiosos; gimnasia callejera…

 

X

Intelectuales K sostienen que Macri se parece a la dictadura. Una prueba de ello sería Luis Chocobar disparando por la espalda a un delincuente. Macri mata igual que Videla, concluyen con su proverbial perspicacia. ¡Flaco favor a la militancia de los setenta! Si tomamos al pie de la letra lo dicho, los desaparecidos de los setenta serían iguales a los apuñaladores de hoy. La condición de víctima de los desparecidos colocada en el mismo nivel de los motochorros. “Con defensores así…”.

 

XI

Supongamos lo imposible: que el gobierno kirchnerista no fue corrupto. Pensemos. Pensemos que aunque fuera austero como un monje, aunque sus funcionarios no hayan robado ni un alfiler, como gobierno el kirchnerismo fue un fracaso: infraestructura en ruinas, reservas exhaustas, crisis energética, quiebra de la ganadería, pobreza escandalosa, narcotráfico impune, instituciones destruidas…

 

XII

En el peronismo siempre se debatió acerca de cual es el peronismo verdadero. El criterio dominante es que peronismo verdadero es el que tiene más votos en un momento dado o en una coyuntura determinada. “La única verdad es la realidad”. Simple pero práctico, como le gusta a los peronistas. Ahora bien, si esto es así, si efectivamente el peronismo real es el que tiene votos, ese peronismo es el que representa Cristina.

 

XIII

¿Quieren saber qué es Hamas? Hay explicaciones históricas, políticas, culturales, pero daré una explicación callejera fundada en el principio de la «afinidad». Sume a Montoneros, Firmenich y Vaca Narvaja, añada un toque de fanatismo religioso en clave islámica y algún espolvoreo de SS. Mezcle, sacuda y sirva con fritas.

 

XIV

A Ludwig Erhard, autor de la economía social de mercado, le preguntaron  hace varias décadas, si el subsidio a los chacareros alemanes no contradecía sus posiciones teóricas de signo liberal clásico. Respondió que si, que los contradecía, pero que prefería contradecir un libro suyo que contradecir los rigores de la realidad.

 

XV

Habría que preguntarse cuáles fueron los motivos que movilizaron a quienes insultaron a Pablo Avelluto en el inicio del festival de cine. ¿Defienden el cine de vanguardia?¿Acusan a Avelluto de propiciar travellings fascistas? ¿O están rabiosos porque perdieron sus fuentes de trabajo?

 

XVI

 

Cristina, Trump, Bolsonaro, Lula, Maduro, Putin, Correa…no piensan exactamente lo mismo en un montón de cosas, pero hay algo en lo que todos estos personajes están de acuerdo: el rechazo a la justicia independiente y al periodismo. Lo rechazan y lo detestan En realidad, lo que rechazan y detestan es la república, los límites al poder, los controles.

 

 

 

XVII

«Ya es demasiado tarde para ser bueno», exclamó resignado el gángster Lucky Luciano. Conciencia de sus límites; o conocimiento de sí mismo. Se me ocurre que el mismo proverbio vale para Cristina y sus sagaces e impávidos colaboradores: «Ya es demasiado tarde para ser buenos».

 

 

XVIII

Intento viajar de Santa Fe a Buenos Aires. Por Aerolíneas Argentinas. Dos horas de espera para informarnos que el vuelo se cancela. A la misma hora los pasajeros de Avianca vuelan chochos de la vida. Creer o reventar: sindicalistas y burócratas nos quieren convencer que las empresas privadas son mejores.

 

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