—Son el colmo -exclama José- acomodan familiares en el poder, aplican tarifazos, aumentan el costo de la vida, encarcelan a dirigentes populares como la compañera Milagro Sala, corrompen lo que tocan, sostienen la inflación, achatan los salarios… son el colmo.
—Yo creo que hay que tomar las armas y pasar a la resistencia -dice Marcial con su inefable sonrisa.
—Yo te hago la siguiente pregunta José -digo- ¿cuándo vos y la que te dije dijeron algo sobre la inflación K que se prolongó por lo menos durante siete años; cuándo vos y la que te dije dijeron algo sobre la señora Romina Mercado que ahora controlará a su madre en Santa Cruz; cuándo vos y la que te dije dijeron algo sobre la hija de Rossi puesta a dedo en el Banco Nación?
—Y te quedás corto -agrega Abel- según los amigos K, Macri ya era responsable de la inflación antes de asumir el poder; también es responsable de la corrupción, del falseamiento de precios… es asombroso… los kirchneristas aceptaron que la hija de la que te dije entregara el mando presidencial, pero pone el grito en el cielo porque una prima de Gabriela Michetti fue ascendida… asombroso.
—No la hagamos larga -corta José-, digan una medida tomada por este gobierno gorila, una sola a favor de los pobres.
—Imposible decirte una sola -responde Marcial- imposible decirte una sola porque son varias. Y no me mirés con esa cara: apenas se hizo cargo de la presidencia Macri le puso límites a los banqueros a los mismos que tus amigos K le dieron facilidades para comprar dólares; que yo sepa esos banqueros no eran pobres. ¿Y qué me contás de las paritarias y las negociaciones que se están haciendo para mantener el nivel adquisitivo de los salarios destruidos por la inflación que ustedes alentaron irresponsablemente? ¿Y el reconocimiento a los reclamos judiciales de los jubilados, reconocimiento que ustedes jamás otorgaron? ¿Y la política crediticia a las Pymes? ¿Y las Asignación Universal por Hijo? ¿Y las modificaciones al llamado impuesto a las ganancias… a quién te creés que favorece… a los que más tienen o a los que menos tienen?
—Lo de la Asignación Universal por Hijo, te recuerdo que fue una conquista nuestra.
—Más o menos de ustedes. El proyecto fue de Carrió y ustedes se lo apropiaron quitándole la modalidad de universal porque lo que ustedes querían no era resolver problemas sino reclutar clientes. No jodamos, el único talento que se le puede reconocer a ustedes es el de fabricar versos y en el caso de sus jefes, hacerse millonarios… una cleptocracia, eso es lo que ha sido, una cleptocracia…
—Hablan de la grieta y ustedes son los principales promotores de la grieta.
—De la grietita querrás decir -responde Marcial-; ustedes marchan a ser una minoría, una minoría que más que una vanguardia es una patrulla extraviada.
—Una cosa es estimular la lucha facciosa y ponderar las virtudes del conflicto por el conflicto mismo -explico- pero otra muy diferente es denunciar a ladrones, autoritarios y corruptos.
—En 1955, decían lo mismo -acusa José.
—Y tal vez algo de razón teníamos -desliza Marcial.
—En eso no estoy de acuerdo -refuta Abel-, la Revolución Libertadora pudo haber estado bien inspirada, pero los fusilamientos y las proscripciones le quitaron toda legitimidad.
—Pero ahora no hay proscripciones ni fusilamientos. Sin ir más lejos, ayer el centro de Buenos Aires estuvo bloqueado por los piqueteros decididos a luchar en solidaridad con Milagro Sala.
—Tenemos derecho a luchar por la libertad de la primera presa política de la democracia.
—Eso estará por verse. Los populistas deben acostumbrarse a que en democracia quien decide sobre la libertad o la detención de las personas, es la Justicia. Milagro Sala no es una presa política, es una política presa por orden de la Justicia.
—Y me parece que sobran motivos para justificar su detención.
—Yo pienso exactamente lo contrario -insiste José- los motivos para mantener a Milagro presa son insostenibles.
—Yo en eso estoy algo de acuerdo -digo- no soy abogado pero me parece que por situaciones mucho más complicadas hay un montón de funcionarios en libertad.
—Que esos funcionarios dispongan de una libertad que no merecen, no quiere decir que Sala sea inocente.
—Yo no sé si es inocente o culpable -digo- puedo suponer que es más culpable que inocente, pero esa suposición mía no tiene valor jurídico. En definitiva, lo que creo es que en materia de libertades no nos podemos permitir ser ambiguos u oportunistas.
—Tu razonamiento -acusa Marcial- resulta funcional a un sistema en el que los ladrones nunca van presos. Sobre todo los ladrones políticos.
—No quiero ser ceremonioso ni dramático, pero prefiero que nos equivoquemos dejando libre a un culpable a que nos equivoquemos manteniendo en cana a un inocente.
—Yo no prefiero ninguna de las dos cosas -responde Abel.
—Lo que quieras, pero admitamos que cuesta imaginarla inocente a la señora Sala, como cuesta imaginar inocente a Lázaro Báez, Boudou, De Vido o la que te dije.
—Lo que sé -dice José- que hasta diciembre del año pasado el dólar estaba barato, los salarios alcanzaban, las tarifas de la luz y el gas eran razonables y desde que llegaron ustedes empezaron los problemas.
—¿Empezaron los problemas? -exclama Abel.
—O sea que hasta hace dos meses vivíamos en el mejor de los mundos, con un treinta por ciento de pobres, sin un mango en el Banco Central, con una inflación galopante y una economía sin crecer en los últimos cuatro años… y vos tenés cara para decir que los problemas empezaron en diciembre.
—Es como te digo -insiste José- puede que haya habido algunos problemas, pero el perfil del gobierno era nacional y popular, mientras que ahora gobiernan los oligarcas, el neoliberalismo, la derecha económica más rancia y gorila.
—Vos estás igual que el pueblito de mi abuelo: no tenés cura -sugiere Marcial.
—Lo que no entiendo -digo- es cómo pudo ser posible que Macri en menos de dos meses nos haya trasladado del Paraíso al Infierno. Si así lo hizo hay que sacarle el sombrero, porque solo un genio puede hacer una hazaña de ese tipo.
—Que José piense lo que mejor le parezca -dice Marcial- yo creo que antes de que nosotros nos demos cuenta, el hombre va a cambiar, como están cambiando los que hasta ayer en nombre de la causa K se comían los chicos crudos.
—El peronismo ya está realizando su maniobra camaleónica. Dentro de unos meses nadie fue K y los nuevos profetas volverán a hacernos creer que el peronismo no tuvo nada que ver con lo que pasó los últimos doce años.
—No van a esperar unos meses; ya lo están diciendo. Escuchalo a Bárbaro, a Moyano, a Barrionuevo: Perón era bueno, y el que llegó en 1973 fue el más bueno de todos, porque parece que las Tres A no eran una banda de asesinos sino una sociedad de beneficencia… los K no tienen nada que ver con el verdadero peronismo, son infiltrados, el verdadero peronismo son ellos.
—¿Y entonces quién nos gobernó desde 2003 hasta 2015?
—Mandrake el Mago -responde Marcial.
—No comparto -digo.