Las murgas de la Señora

La lluvia no es aconsejable para nuestra ciudad, pero es lindo acomodarse en la mesa de café con los amigos y contemplar la lluvia que cae sin pausa. Sin embargo, esta mañana salió el sol después de varios días de abstinencia, lo cual no impide que lo mismo estemos en nuestra mesa, esta vez no mirando el aguacero que azota a la ciudad, sino a la televisión donde los muchachos de la Cámpora desfilan regimentados y amenazantes como si fueran SS. Y a la Señora que intenta explicar su presencia en Buenos Aires como un retorno de la alegría, cuando en realidad llega a la ciudad para ser indagada por los jueces.

—Hagan lo que quieran, pero no la toquen a Cristina -sentencia José.

—Qué democrático -pondera Marcial- qué respeto a las instituciones.

—Hasta ahora -agrega Abel- los únicos que andan tocando gente son ustedes; acabo de ver cómo amasijaron a golpes a una periodista y le metieron un botellazo en la cabeza a un modesto agente de policía.

—Hablan de los derechos de género, pero no respetan ni a las mujeres -dice Marcial.

—A esos actos de barbarie -murmura Abel- los compañeros los denominan epopeya popular a favor de la liberación nacional.

—No respetan a nadie -completa Marcial- yo no sé qué hace Macri que no moviliza a la policía y los pone en vereda a estos facinerosos.

—Yo no comparto esa decisión -digo-, los kirchneristas tienen derecho a hacer un acto público.

—Tienen derecho a hacer un acto público, pero no tienen derecho a insultar a la policía, a los jueces, a los periodistas.

—Peor sería prohibirlos -insisto.

—Yo no digo prohibirlos, lo que digo es no dejarlos hacer lo que se les da la gana- dice Marcial.

—Cómo les molesta que el pueblo esté en la calle y que la compañera los lidere.

—Tu compañera no lidera a nadie -replica Marcial- y ese pueblo del que vos hablás son cuatro gatos locos haciendo quilombo.

—Yo no vi cuatro gatos locos, vi miles de compañeros y compañeras.

—Ocho mil, dijeron los más optimistas -precisa Abel- ocho mil contando los arreados, a los que les justificaron las inasistencias en las facultades… son los de siempre, los que desde hace tres meses se pasean por todas las plazas repitiendo las mismas consignas

—Si fuéramos tan pocos no hablarían tanto de nosotros.

—Yo sostengo que en este tema, Macri no se equivoca -afirmo- hay que dejarlos hacer, que se muestren, que la gente recuerde qué clase de tipos son.

—Insisto en que hay que proteger a los jueces, les exigimos a los jueces que se jueguen y después los tiramos a los leones.

—De lo que hay que hacerse cargo -digo- es que el kirchnerismo existe… nos guste o no. Existe y no se va a pasar toda la vida cobrando sin decir nada. Creo que algunos macristas se endulzaron con estos tres meses de silencio, pero bueno, aquí están, éstos son, el problema es real y hay que superarlo de la única manera en que se pueden superar estos problemas: gobernando bien.

—De gobernar bien se trata -replica José- y eso es lo que Macri no sabe hacer. Estamos peor que antes y vamos a seguir estando peor.

—Dejaron el país en ruinas… ¿cómo querés que estemos?

—Una linda excusa ésa de echarle toda la culpa al gobierno que se fue… ¿hasta cuándo van a seguir rehuyendo las responsabilidades de gobierno…?, ¿hasta cuándo van a recurrir a esa excusa?

—Doce millones de pobres, un déficit fiscal espantoso, índices inflacionarios africanos, saqueos sistemáticos de las agencias públicas… eso no es cuento, es realidad.

—Acá las únicas cuentas que conozco son la de Macri en Bahamas. Como muy bien dijo la compañera: buscaban el dinero K y se encontraron con el dinero M.

—No sé de qué hablás -dice Marcial- en primer lugar, la sociedad offshore en Bahamas de Macri está cerrada desde hace años; en segundo lugar, no es una cuenta, es una sociedad que no es lo mismo; en tercer lugar, Macri no cobró un mango por todo eso; lo mismo no pueden decir ustedes de su conductora, de sus valijeros, socios truchos, apretadores y cobradores que constituyen la banda K presidido por Ella.

—De Yrigoyen y Perón dijeron lo mismo.

—De Perón hacete cargo vos, pero de Yrigoyen lo único que te puedo decir es que esta buena señora podría copiar su austeridad que no se la negaron ni sus enemigos más enconados.

—Yo creo -digo- que estos ruidos molestos se van a esfumar pronto y que toda esta parafernalia K para lo único que servirá es para recordarle a la gente que gracias a Dios y a todos los santos esta mujer no es más presidente.

—Vamos a volver.

—Espero que no vuelvan como en 1973, porque en esos tiempos nos dejaron de regalo a Lastiri, Isabel, López Rega y las Tres A.

—Vamos a volver porque el pueblo en la calle nos va a pedir de rodillas que regresemos.

—Yo creo -reflexiona Abel- que estos tipos y esta tipa no vuelven más, puede que Macri fracase, pero incluso en ese caso la alternativa será otra, no sé si mejor o peor, pero será otra.

—La alternativa somos nosotros -dice a voz de cuello José-, nosotros los peronistas.

—Para eso, en primer lugar -replica Marcial- vas a tener que convencer a los peronistas que no andan con muchas ganas de proclamar a Ella jefa de todo el peronismo.

—Para ser sincero -digo- lo que creo es que Ella se puede dar por muy bien pagada con no terminar en cana, que es lo que merecería. Yo ya sé que es difícil meter en cana a una ex presidente, pero lo que sucede es que en este caso esta buena señora dejó las huellas de sus pezuñas por todos lados. Ya desde el vamos tiene en el horizonte tres o cuatro causas para ser procesada.

—El que tiene que dar explicaciones en la Justicia es Macri -atropella José- por el tema de su sociedad offshore.

—Y las va a dar -responde Abel- quedate tranquilo que las va a dar. Se va a presentar ante el fiscal Delgado sin victimizarse y va a probar lo que ya todos sabemos, que no tiene nada que ver. Pero con un detalle: Delgado no se va a suicidar como Nisman.

—El padre de Macri… -murmura José.

—Sólo los nazis hacían responsables a los hijos por las cagadas de los padres; además, te recuerdo, don Franco Macri fue un empresario K prolijo y disciplinado.

—Que el hijo lo denuncie.

—Vos no podés pedirle a un hijo que salga a despellejar al padre -exclama Marcial- pero las diferencias están. Es más, a mí no me llamaría la atención, conociendo el paño, que don Franco ande medio celoso con el hijo que le salió presidente.

—Eso nunca lo vamos a saber.

—Pero lo podemos deducir -especulo.

—Ahora, vamos a llegar a la conclusión de que Mauricio es un angelito y el malo de la película es el padre.

—Yo no llego a ninguna conclusión, pero me sorprende el esfuerzo K para salir empatados, es decir, para arribar a la conclusión que el kirchnerismo es corrupto pero el macrismo también lo es.

—¿Y no es así acaso?

—No es así; no es lo mismo una sociedad offshore cerrada hace siete años que las bolsas de dólares contadas en La Rosadita; las bóvedas encaletadas por Báez en el sur, los negociados con Cristóbal López, el blanqueo de dinero malhabido, o esta maniobra del dólar futuro que nos representó la pérdida de casi sesenta mil millones de pesos… no… no es lo mismo…

—No comparto -concluye José.

 

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