Un trozo de azul tiene mayor
intensidad que todo el cielo,
yo siento que allí vive, a flor
del éxtasis feliz, mi anhelo.
Un viento de espíritu pasa
muy lejos, desde mi ventana,
dando un aire en que despedaza
su carne una angélica diana.
Y en la alegría de los Gestos,
ebrios de azur, que se derraman…
siento bullir locos pretextos,
que estando aquí ¡de allá me llaman!
El poema citado se titula Ventana, aunque se sospecha que su título original fueDetalle y que el poeta nicaragüense, Coronel Urtecho. le cambió el nombre con la seguridad de quien decía conocer el pensamiento íntimo del poeta. También se dice que el poema alude al cielo azul que el poeta contemplaba desde la ventana de su casa en León, pero también se insiste en que el trozo azul refiere a los ojos de una mujer de la cual Cortés estaba enamorado y que, según sus palabras, en el poema está presente el nombre de la mujer, Angélica para más dato y para no continuar con el suspenso. Estas disquisiciones acerca del poema, importan porque según los críticos se trata del mejor poema escrito en el siglo veinte en América latina y lo más novedoso en este caso es que al momento de escribirlo Cortés estaba totalmente loco, encerrado, como toque irónico o de humor negro, en la casa donde había transcurrido la infancia de ese otro gran poeta de Nicaragua, Rubén Darío. Tanto Coronel Urtecho como Ernesto Cardenal se interesaron por rescatar del olvido la obra de Cortés, apoyar las gestiones de su hermana, trabajar en los archivos que dejó el poeta, particularmente poemas y pensamientos escritos con letra diminuta en cajas de fósforos o en servilletas de papel, un hábito que para esos mismos años en Suiza practicaba Robert Walser, otro escritor genial que, como Alfonso Cortés, pasó largas temporadas en un manicomio. Alguna vez, no hace tantos años, Urtecho declaró en un recital de poesía que el mejor poeta de Nicaragua estaba intentando en un manicomio, afirmación verdadera a la que habría que agregar que la locura lo asaltó a Cortés en 1927, cuando tenía 34 años y ya era considerado un excelente poeta. Desde 1927 hasta 1969, fecha de su muerte, Cortés estuvo internado, sometido a frecuentes electro shocks, y en numerosas ocasiones pasó días enteros encadenado. No obstante ello, continuaba escribiendo e incluso en algunos momentos recibiendo visitas, en la mayoría de los casos poetas que se aceraban al manicomio para conversar con el escritor más famoso de su tiempo. Según Cardenal, Cortés perdió la razón, pero no así la lucidez poética, aunque observa que junto a poemas extraordinarios conviven poemas decididamente malos.