Falleció un gran presidente de Francia: Valery Giscard D’Estaing. Por motivos diferentes la derecha y la izquierda le reconocían las virtudes de la inteligencia y la elegancia. En su momento, fue el presidente más joven de la historia de Francia (1974-1981). De signo conservador se reveló al mismo tiempo como inesperadamente progresista sin renegar de sus tradiciones. En lo personal confieso mis debilidades con políticos y jefes de estado que con su sensibilidad y talento desbordan su profesión. Dos novelas escribió Giscard que leí con mucha atención: «La victoria de la Grande Armée», un relato en el que imagina que Napoleón no es derrotado en Rusia y por lo tanto se crea un nuevo escenario internacional, una ficción interesantísima, algo así como un contrapunto a «La guerra y la paz» de Tolstoi, contada por un experto -como Giscard- de la compleja diplomacia europea del siglo XIX y de las vicisitudes de Napoleón y sus mariscales en aquellas heladas jornadas de 1812. La otra novela es «El presidente y la princesa», novela cuya divulgación provocó un pequeño escándalo porque muchos sospecharon que aludía a supuestas relaciones sentimentales de él con la princesa Diana, lady Di. La novela está precedida de una frase: «Promesa cumplida». ¿A lady Di? Discreto y sugerente, Giscard se llevó el secreto a la tumba. Como presidente promovió un homenaje a Jean Paúl Sartre, «nuestro Voltaire» como alguna vez lo calificara De Gaulle, para oponerse a una orden de detención contra Sartre promovida por su jefe de policía: «Francia jamás detendrá a nuestro Voltaire». Giscard estaba en las antípodas ideológicas de Sartre, al punto que el propio autor de «La náusea» declaró apenas se enteró del homenaje: «No lo acepto porque con usted todo nos separa». Giscard le contestó: «Es posible señor Sartre que las conclusiones nos separen, pero no necesito explicarle a usted que a los hombres no se los define por sus conclusiones sino por sus búsquedas». Esa era la calidad intelectual del señor que ayer falleció en su castillo en el valle alto de Lot.
