Maldonado: Penas para unos, alegrías para otros

Nuestra mesa habitual está ocupada, motivo por el cual nos acomodamos en otra ubicada cerca de la puerta. No es lo mismo. Las celebraciones matutinas exigen un lugar preciso, del mismo modo que la celebración de la misa reclama de una serie de ceremoniales que deben cumplirse al pie de la letra. Pero bueno, excepcionalmente aceptamos el cambio.

_Los compañeros detenidos por la represión la semana pasada recuperaron la libertad -comenta José- el pueblo movilizado en la calle los arrancó de las garras de los represores.

_¿Vos hablás en joda o en serio? -pregunta Abel.

_Absolutamente en serio.

_Entonces lo tuyo es más grave de lo que pensaba.

_No es verdad acaso que hubo represión y detenidos y que presionados por el pueblo debieron dejarlos en libertad?

_No, no es verdad -responde Abel- acá la única violencia real fue la de los inadaptados que atacaron edificios, fuerzas de seguridad, autos y todo lo que se les cruzó por el camino.

_No fue así.

_Cómo que no fue así… cómo que no fue así… durante más de una hora las cámaras de televisión mostraron como agredían con piedras, palos…

_Pudo haber sido una provocación montada por los servicios -insiste José.

_Sí, claro -reflexiona Marcial- también fueron los servicios los que pintaron las paredes de los edificios públicos, y seguramente fue Magnetto el que organizó todo esto.

_Para mí está clarito -dice José- los servicios provocaron y después la policía se la agarró con los militantes que habían salido a la calle a protestar por la desaparición de Maldonado.

_Para mí lo que está cada vez más claro -insiste Marcial- es que vos estás cada vez más chapita… como tu jefa… con la diferencia que vos lo hacés gratis mientras que ella lo hace para no ir en cana.

_Lo que yo me pregunto -digo- es que si los desmanes fueron provocados por los servicios se supone que los detenidos fueron ellos mismos… ¿o me equivoco?

_Te equivocás -responde José- repito que los que fueron detenidos eran inocentes.

_Tiernas palomitas -exclama Marcial- los agarran con palos, piedras y gomeras, pero resulta que a los palos los tienen para jugar al golf, las piedras para jugar a la payana y las gomeras para cazar pajaritos.

_A ello agregale -dice Abel- los encapuchados también esos son agentes de los servicios.

_O tal vez se se encapuchen para jugar a la gallinita ciega…

_Por una cosa o por otra -digo- son de un cinismo a prueba de fuego… golpean, incendian, agreden pero después ellos no son.

_Estoy tan convencido de lo que decís -agrega Marcial- que realmente estoy muy enojado con esa justicia que detiene a estos malandras y los larga como si nada. Si ese es el precio a pagar por destruir incendiar y agredir hasta a mí me dan ganas de salir a la calle a sacarme las ganas.

_Todo esto se hubiera evitado -sentencia José- si la Gendarmería no hubiera secuestrado y seguramente asesinado a Santiago Maldonado.

_¿Vos estás seguro de que fue la Gendarmería la que secuestró a Maldonado?

_¿Te cabe alguna duda?

_A mí no una duda, varias -responde Marcial- en primer lugar no hay pruebas de que así haya sido.

_Cómo que no hay pruebas… allí está el testigo que dice que lo vio con larga vista.

_¿Y vos crees realmente en esa declaración? -pregunta Abel.

_Claro que le creo.

_Yo no -digo- un mapuche con larga vista parece mas una joda de Fontanarrosa en un capítulo de Inodoro Pereyra, que una declaración seria.

_Además -añade Abel- me llama la atención que el capitanejo con largavista haya dejado pasar un mes para salir a hablar.

_A mí lo que me llama la atención -observa Marcial- es la buena vista del mapuche.

_Tomen todo para la joda -reprocha José- pero como dice el cuento, acá somos todos buenos pero el poncho no aparece, es decir, Maldonado no aparece.

_Lo raro de todo esto -digo- es que los que con más o menos entusiasmo apoyamos al actual gobierno, le prendemos velas a todos los santos para que Maldonado aparezca con vida, mientras que ustedes, los kirchneristas, no pueden disimular las ganas que tienen de que aparezca muerto… es raro.

_Que nosotros querramos que Maldonado aparezca muerto es algo que corre por tu cuenta… además es tu gobierno el que debe dar respuesta del tema -refuta José.

_Como el gobierno de Ella debió dar respuesta por lo de López, respuesta que nunca dio.

_Digan lo que digan Macri tiene su desaparecido 30.001 -afirma José.

_Para ser más preciso -corrige Abel- diría el desaparecido 8.001, porque ¿hasta cuándo van a seguir con el cuento de los 30.000?

_Realmente hasta cuándo -comenta Marcial- porque al objetivo ya lo cumplieron.

_¿Y se puede saber cuál era el objetivo?

_Sacar guita de Europa, cosa que hicieron y en cantidades.

_Esa es una infamia.

_Infamia es lo que ustedes hacen.

_Paremos la mano que esta mesa es de café, no un ring de boxeo -digo.

_Está bien, paremos -dice Abel- pero ya que quieren hablar de los desaparecidos, yo diría que el desaparecido 8001 no es Maldonado sino Nisman, por la sencilla razón que se es desaparecido como consecuencia de una orden del gobierno que luego niega el acto.

_No te entiendo.

_Sencillo, Nisman fue desaparecido por una orden del poder que desconoce haber dado esa orden. Exactamente lo opuesto de Maldonado, donde no hay ninguna orden del poder, pero así y todo el poder admite que está desaparecido.

_O sea que para ustedes está todo bien.

_Creo que se cometieron errores, pero son errores, no horrores.

_No creen que Patricia Bullrich debería renunciar?

_Eso es lo que quieren los policías corruptos, las narcotraficantes, las diferentes mafias que ella está combatiendo y que durante el gobierno de ustedes tuvieron luz verde para hacer lo que se les diera la gana.

_La familia de Maldonado es la que pide que renuncie.

_Que la familia esté dolorida por lo que pasa con su hijo o con su hermano no quiere decir que sean los dueños de la verdad.

_Lo que yo no entiendo -insiste José- es por qué protegen tanto a Gendarmería.

_Nadie la protege -dice Abel- los gendarmes que participaron del operativo el pasado 1º de agosto están sumariados… pero nadie los va cesantear o meter presos si no hay una prueba, un mínimo de prueba.

_Te recuerdo -agrego- que a la Gendarmería también recurrió el gobierno de tu querida Cristina.

_Yo lo que recuerdo o, mejor dicho, lo que me pregunto -dice Marcial- es lo siguiente: ¿No será que las manifestaciones contra la Gendarmería por parte de los militantes K obedecen al hecho de que es esta institución la que en estos días está demostrando que Nisman fue asesinado?

_No comparto -concluye José.

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