Cuando manyés que a tu lado

1

Mauricio Macri admite que pecó de optimista. Que supuso que todo iba a ir mucho mejor. O que los capitales y los capitalistas iban a llegar alborozados a la Argentina alentados por las nuevas y esperanzadoras condiciones. No fue así. Como Juan Carlos Pugliese, Macri podría decir “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”. En Pugliese esa “inocencia” puede llegar a entenderse, aunque él y su partido pagaron un precio alto por ello. Pero que a un presidente de Boca que, además, es hijo de Franco, le ocurra lo mismo, es algo que resulta más difícil de entender.

2

Si en Hemingway o en Musil lo más importante del texto está en lo que no se dice, no es impertinente suponer que la hipótesis alcance a los dos últimos discursos presidenciales. ¿Qué es lo que Macri no nos dice? ¿Qué es lo que calla? ¿Qué es lo que no sabe o no puede o no debe decirnos?

3

Jair Bolsonaro. De victimario a víctima. El hombre que prometía mano dura para todo y para todos, fue apuñalado y su estado es delicado. Todo Brasil repudió el crimen. Otra lección de la política. Cuando Lula fue atacado a tiros, Bolsonaro festejó el acto. Y más de una vez ponderó a los torturadores de Dilma Rousseff.

4

Bolsonaro como líder político es incomparable. Aldo Rico y Domingo Bussi a su lado son tiernas palomitas. Lo sorprendente e inquietante no es una personalidad como la de Bolsonaro, lo sorprendente e inquietante es que en Brasil millones de personas estén decididas a votarlo.

5

Las realidades y su capacidad para simbolizar la política. Lula en la cárcel y Bolsonaro en terapia intensiva. Son los candidatos con más intención de votos. Esta suerte de inhabilitación física a Manuel Bandeira le hubiera resultado poéticamente interesante y a Jorge Amado le hubiera inspirado la redacción del borrador de una novela realista.

6

El helicóptero como anhelo o como oscuro objeto del deseo. Para algunos, la imagen del fracaso, de la derrota, del desenlace profetizado. También como anticipo de la tragedia. El helicóptero es De la Rúa, pero también es Isabel Perón. El helicóptero como pesadilla, como símbolo del infierno tan temido.

7

Los dispositivos de la conspiración están presentes en las cimas del poder. Y de esta acechanza no se excluye la democracia. Quien ejerce el poder debe saber que siempre habrá intereses y aspiraciones orientados a ganarlo con buenos o malos modales. Tengo derecho a defenderme y tengo derecho a atacar. Lo que no tengo tanto derecho es a quejarme de que mi adversario quiera noquearme o quiera hacerme un gol.

8

El Consejo Superior del Partido Justicialista repudia la persecución a Gildo Insfran. ¡Son tan previsibles! ¡Tan idénticos a sí mismos! En el peronismo hay matices, por supuesto, pero, paradójicamente, parecen ser los peronistas los primeros que se esfuerzan en probarnos que esos matices no existen.

9

La crisis cambiaria nos permite a los argentinos iniciar un acelerado y eficaz curso de economía. En la calle, en las casas, en las oficinas, en todas partes los argentinos hablamos de déficit fiscal, Lebacs, divisas, encajes, paridad cambiaria. Improvisada pedagogía de las crisis.

10

El hábito de seguir los debates entre economistas. El esfuerzo civilizado por entender lo que nos está pasando en un terreno en donde todas las apariencias engañan o encandilan. Y la frustración que nos provoca el hecho evidente de verificar que los supuestos hombres sabios tampoco parecen entender demasiado lo que ocurre. Por lo pronto, no solo no se ponen de acuerdo entre ellos, sino que los más importantes “sabios” cuando estuvieron en algunos de los gobiernos de los últimos años, su saber no les impidió ser dominados por los acontecimientos.

11

Si para Karl von Clausewitz la guerra es la continuación de la política por otros medios; para los Kirchner el delito es la continuación de la política por otros medios. De la estoica lucidez prusiana a la genuflexa promiscuidad populista.

12

Para Gustavo Grobocopatel, no es exactamente lo mismo la corrupción privada que la corrupción estatal, aunque ambas sean delitos. “Si el terrorismo de Estado fue mucho más letal que los delitos privados, es razonable suponer que la corrupción de Estado provoca mucho más daño”.

13

Reconociendo la importancia de la figura del “arrepentido” para investigar los actos de corrupción en el poder, conviene tener presente que ese “arrepentido” es tal siempre y cuando revela algo importante. Y que en todas las circunstancias ese “arrepentido” nunca deja de ser un delincuente, al punto que su eficacia esté en relación directa con su mayor condición de delincuente.

14

Barrionuevo compara a Peña con López Rega. Licencias licenciosas del lenguaje. Peña está muy lejos de la perfección, pero no es un monstruo o un psicópata. Y al respecto, le recuerdo a Barrionuevo que a ese monstruo solo lo pudo parir el vientre del peronismo.

15

La muerte de un chico de 13 años es siempre una desgracia. Agravada cuando, además, se pretenden obtener réditos políticos o responsabilizar al presidente Macri -en este caso- por lo sucedido. ¿O acaso es necesario recordar que la provincia del Chaco es gobernada por peronistas?

16

“Este gobierno no es la dictadura, pero a veces me recuerda a ella”, dice Estela Carlotto. Encantadora. Sugerente juego del lenguaje. En la misma línea yo muy bien podría decir, por ejemplo: “Estela Carlotto no es Hebe Bonafini, pero a veces me recuerda a ella”.

17

¿Firmará el gobierno nacional el acuerdo con los gobernadores? Es muy probable. Presidente y gobernadores deben decidir sobre “cosas” concretas, sobre intereses y necesidades palpables, como alguna vez dijera Ortega y Gasset. Allí, en ese espacio institucional es donde todos los acuerdos pueden ser posibles. Si esta hipótesis fuera cierta, podría postularse que es la ideología desentendida de las “realidades conducentes”, la que divide a la sociedad.

18

Julio de Vido reclama que se declare inconstitucional la ley de arrepentido. Hay que entenderlo. El hombre está luchando por su libertad y la de sus compañeros. Pero no alcanza. Si yo fuera su abogado defensor, aconsejaría que exija la derogación lisa y llana del Código Penal.

19

¿Repetimos 2001? Es verdad que entre 2001 y 2018 hay diferencias sustantivas, como también las hay entre De la Rúa y Macri. Diferencias de contextos, diferencias de situación, diferencias entre los protagonistas y diferencias incluso entre las conexiones presentes en los contextos. Pero en política hay algo que se sostiene a través del tiempo. El poder. El poder como relación y dominación. Y el poder en política se lo gana o se lo pierde. Si a la política es posible pensarla como una tragedia, la relación con el poder es el desenlace de esa tragedia.

20

Mauricio Macri está aprendiendo -esperemos que a tiempo- que el paso de baile de la política se parece más a un tango algo trágico, algo canalla, bailado en un patio iluminado con farolitos mustios, que a un pase cumbia festivo, tilingo y bullanguero salpicado con globos amarillos.

21

A Eduardo Duhalde se le atribuye haber dicho que los argentinos estamos condenados al éxito. La frase es optimista, pero no me queda claro qué significa para Duhalde la palabra optimista. Hace muchos años, Ezequiel Martínez Estrada dijo algo en lo que no estoy del todo de acuerdo, pero en este caso creo en su pasión y su fe: “La Argentina se tiene que hundir. Si merece vivir saldrá a flote y sino, mejor que permanezca hundida en el pantano de la historia”. ¿Profecía? Tal vez. Sombría, pesimista, depresiva. Como era don Ezequiel quien -dicho sea de paso- siempre luchó para que nuestro país merezca vivir.

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