I
Mauricio Macri transita por un desfiladero estrecho, acosado por el vértigo de la inflación, por la desolación de la pobreza y por las promesas que no pudo cumplir, entre otras cosas porque nadie las hubiera podido cumplir. Insiste en apostar al futuro, pero a ese futuro también lo reclama la oposición. También sobre ese futuro hay disidencias: la Argentina republicana, liberal y democrática o la Argentina populista, autoritaria y plebiscitaria; la Argentina abierta al mundo o la Argentina encerrada en sus fronteras. ¿No hay variables intermedias? Puede haberlas, sería deseable que las haya, pero la impotencia de sus defensores para instalarlas como alternativa, nos dice que las contradicciones, incluso las que no nos entusiasman demasiado, responden a una lógica social que, hasta tanto no agoten sus posibilidades, no se pueden desatender.
II
“Quiero saber si hay un límite” se quejó Thelma Fardín ante el acoso mediático. Es justo su reclamo. Desde los tiempos de Federico Fellini y “La dolce vita”, los “paparazzos” no tienen límites. Pero también debería saber que fueron esos “paparazzos” que tanto la fastidian, los que en 24 horas “lincharon” a Darthés. La alternativa -¿es necesario decirlo?- al acoso mediático es la ley, lo demás son coartadas que derivan en barbarie, atropellos y más injusticias.
III
Nunca compartí los escraches vengan de donde vengan. Con Diego Brancatelli no comparto nada, nada me une a él, pero no comparto que lo insulten. Me gustaría que él pensase lo mismo. Y mucho más me hubiera gustado que protestase con el entusiasmo que lo hace ahora, cuando su jefa habilitaba, desde el poder y la cadena nacional, los escraches.
IV
Turista argentino apuñalado en Brasil. Los asesinos huyen y nadie los persigue. Fin del relato. Una madre sin marido, una hija sin padre. También en la Argentina, hace unos cuantos meses, un turista fue apuñalado, pero el asesino no logró huir porque un policía intervino, pero ahora ese policía deberá rendir cuenta en Tribunales. Pareciera que lo normal, lo inevitable, lo previsible es lo sucedido en Brasil: un turista muerto y dos asesinos libres. El garantismo ha logrado instalar esta lógica con la fuerza del sentido común. Se dice que el reclamo de “mano dura” suele ser una respuesta instintiva, pero también el garantismo termina siendo instintivo cuando su primer reflejo es defender al asesino y desentenderse de la tragedia de la víctima.
V
Los asesinos del turista argentino en Brasil responden a los apodos de Chuki y Novato. Tiernísimos. Son jovencitos, son pobres y por lo tanto, continuando con la lógica garantista, la responsabilidad de los sucedido no la tienen ellos sino Bolsonaro, cuando no el turista. Paradigma de Zaffaroni: invertir las relaciones; las víctimas devienen en culpables y los asesinos en inocentes.
VI
La pregunta decisiva que los jueces y cada uno de nosotros estamos obligados a hacernos ante un crimen es la siguiente: “¿Qué haría yo si la víctima fuera mi padre, mi madre, mi hijo o mi hermano?” No hay otra pregunta para hacerse, porque sino “resulta fácil ser generoso con el dolor ajeno”. La ley modera, pone límites a lo instintivo, pero nunca puede ignorar o relativizar ese dolor infinito.
VII
“Con la iglesia hemos topado”, es la frase del Quijote para aludir a la autoridad de la iglesia. Hoy la frase dirigida a una iglesia corrompida por la pedofilia debería ser: “Con el sexo hemos topado”. Tanta obsesión con el sexo, tantas condenas en nombre de la castidad, para arribar a la desoladora conclusión que el sexo en sus variantes más corrompidas e inhumanas se ha instalado como un tumor maligno en el cuerpo de la Iglesia. Como alguna vez escribió Bernard Shaw: “De todas las perversiones sexuales que conozco, la castidad es la más peligrosa”.
VIII
El compañero Bergoglio debería saber que los enemigos de la Iglesia Católica no son los agnósticos, los ateos, los masones o los liberales, sino los curas pedófilos. Ni la conspiración anticlerical más perversa ha logrado desprestigiar tanto a la Iglesia como estos sacerdotes violadores de niños.
IX
“Los que acusan a la iglesia son amigos, primos o familiares del diablo”, dice el compañero Bergoglio. Disiento con esa imputación genealógica. Si de diablo se trata, su expresión son los sacerdotes violadores de niños. No busquemos al diablo afuera porque lo tenemos adentro.
X
Una nena de no más de diez años, con ostentosos vestidos verdes, se exhibe pisando a un muñeco con colores celestes, para, supuestamente, defender la causa a favor del aborto. Quienes ordenan ese acto de barbarie que transita en las orillas del fascismo, ¿son imbéciles o se hacen? ¿o son perversas y no lo saben? Manipulan a una menor para que haga exactamente lo que quieren las antiabortistas.
XI
Así como la causa de los derechos humanos fue corrompida y bastardeada por las Bonafini y los Verbitsky, la causa del feminismo y de la interrupción del embarazo está siendo bastardeada por las Bonafini y los Verbitsky de turno. Una vez más es necesario insistir en las virtudes de la moderación y la lucidez para defender las causas justas.
XII
Darío Lopérfido fue amenazado de muerte en varias ocasiones por oponerse a una iconografía de tipo fascista. Si alguna duda había respecto a su valoración, las furibundas amenazas de muerte que recibió las disipan. Una iconografía fascista se corresponde con comportamientos fascistas.
XIII
Darío Lopérfido tiene razón: esa imagen de Evita sobre la avenida 9 de Julio es la expresión típica de la estética fascista. Nada personal contra Evita. Si la imagen fuera la de Raúl Alfonsín, Alfredo Palacios, Hipólito Yrigoyen o el gaucho Hormiga Negra, también me opondría.
XIV
Que un desenfadado y procaz atorrante como Amado Boudou se dedique a trepar socialmente no es novedoso. Sí llama la atención que el buscón llegue a la vicepresidencia de la Nación, pero lo más desopilante de todo es que sea considerado por la militancia K un aguerrido líder antiimperialista.
XV
“Amado Boudou es lo mejor que tenemos”, dijo la periodista de “6,7 y 8”, Sandra Russo. Admito que al principio me sorprendí. Supuse que su escala valorativa estaba un poquitito más alta. Después lo entendí. Russo tiene razón: para los K, Amado es lo mejor que tienen y es el que mejor los expresa. Por sus ídolos los o las conoceréis.
XVI
Las derivaciones del caso Marcelo D’Alessio ponen en evidencia al típico aventurero y trepador social que medró en las orillas y en las letrinas del kirchnerismo. D’Alessio es uno más del corso y los argentinos debemos agradecer que no haya llegado a vicepresidente o ministro.
XVII
Entiendo perfectamente por qué Agustín Rossi decide no viajar a Asia con un presidente al que considera su enemigo. Pero también la entiendo a Graciela Camaño, que piensa lo mismo que Rossi y en su momento lo sintetizó con la consigna: “A la mierda los prolijitos”. Bien por la señora de don Luis Barrionuevo.
XVIII
Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey dicen que defenderán la ley de extinción de dominio en el parlamento y no con un DNU anticonstitucional. Me gustaría creerles. Como me gustaría apartar de mí, la sospecha de que un hilo invisible une a todos los peronistas a la hora de defender lo que robaron o lo que van a robar.
XIX
Muy buena la iniciativa de María Eugenia Vidal de incorporar a los padres de los chicos en el debate educativo. Era hora. Sarmiento consideraba que no había comunidad educativa sin la presencia de los padres. Ahora son ellos los que tienen la palabra contra los arrebatos de Roberto Baradel.
XX
Martín Salvetti, docente de Temperely, finalista del Premio Nobel de Educación. Así es la cosa. A la educación pública la salvan los Salvetti, con trabajo, creatividad, dedicación, amor al saber. ¿O alguien supone que esa salvación vendrá de la mano de los Baradel y los Yasky?
XXI
El dictador Nicolás Maduro ordenó cerrar las fronteras para impedir el ingreso de ayuda humanitaria. Conmovedor acto humanitario de un gobernante cuyo humanitarismo nos asombra todos los días. De todos modos, estoy sorprendido. Anuncian que cierran las fronteras, pero hasta ayer se quejaban de que el país estaba bloqueado como en Cuba. Falta envido y truco.