I
“Impunidad o justicia”. El futuro político de la Argentina dependerá de la resolución de este dilema. Todos los cañones del populismo criollo están puestos para dinamitar cualquier iniciativa tendiente a sancionar a los responsables del régimen cleptocrático que azotó al país.
II
El gobierno nacional no logra enderezar la economía pero la oposición, salvo repetir las agotadas recetas populistas o expresar genéricos deseos, no tiene la más puta idea de lo que haría en su lugar. Políticamente, el debate será entre populismo o república y entre impunidad o castigo a la cleptocracia.
III
Mientras los K acusan a Macri de hambrear al pueblo y gobernar para los ricos, el defensor oficial de Cristina, el senador Miguel Ángel Pichetto, critica al gobierno de los ricos por aumentar las Asignaciones Universales por Hijo. Lo que se dice, una deliberada y previsible maniobra de pinzas.
IV
Si los argentinos en nombre del “realismo sucio” o de la resignación admitimos que la cleptocracia salga impune, debemos saber que habilitamos el “todo vale” y estamos dejando los portones abiertos para que el hampa político haga de la Nación un Estado fallido o un narcoestado.
V
A esta altura del partido, los kirchneristas saben una cosa: la inocencia de Cristina es imposible de sostener porque las evidencias son abrumadoras. Los kirchneristas, a continuación, pretenden una sola cosa: la impunidad fundada en el siguiente principio liberador: “Todos somos corruptos”.
VI
Las diferencias entre Cambiemos y los kirchneristas son reales. Son las diferencias entre república y populismo con todos los contenidos que de allí se derivan y se padecen. Con las diferencias del caso, son las disidencias entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro. No hay modo de disimularlas; no hay modo de acordar. Ninguna Moncloa es posible con el hampa.
VII
Mauricio Macri despide a su padre. No le pidamos que en la despedida desarrolle una visión crítica acerca del modo de acumulación capitalista que el padre encarnó. Tiempo habrá para hacerlo. Como tiempo habrá para indagar acerca de las relaciones privilegiadas que Franco mantuvo con el régimen kirchnerista.
VIII
Admito que me sorprendió el telegrama de condolencias de Cristina a la familia Macri por la muerte de Franco. Ese gesto de buena educación, por ejemplo, no lo tuvo con la familia de Nisman (tampoco lo tuvo el compañero Papa). Admito mi sorpresa y me satisface estar sorprendido. A no abusar de todos modos. Con suerte y viento a favor estimo que la sorpresa me durará cinco minutos… seis a lo máximo. Ya se va a encargar Ella, con el talento que la distingue, de devolverme a los charcos de la realidad con un ruidoso sopapo.
IX
Para referirse a Napoleón Bonaparte, René de Chateaubriand dice en sus excelentes ‘Memorias de ultratumba’: “Ese hombre, cuyo genio admiro, pero cuyo despotismo me repugna”. Yo no soy Chateaubriand y Cristina está muy lejos de ser Napoleón, pero si alguna vez escribiera mis memorias, en los renglones dedicados a ella citaría la segunda parte del texto de Chateaubriand: “…Su despotismo me repugna”, pero me resultaría muy difícil escribir: “Su genio admiro”, ya que se hace muy difícil reconocerle esa virtud a quien la definición política más sincera y trascendente que pudo elaborar fue cuando se reconoció como “una abogada exitosa”.
X
Roberto Baradel declara que LAMENTABLEMENTE no se podrán iniciar las clases. He aquí una frase en la que hay un adverbio destinado a expresar un sentimiento que no existe y es contrario a su íntimo deseo. La palabra “‘LAMENTABLEMENTE” en boca de Baradel es una obra maestra de cinismo.
XI
El Día de la Mujer podría evocarse con las escuelas abiertas. Pero no: paro. Que, ¡oh casualidad!, cierra una semana de vacaciones completa. “Estos tipos no quieren luchar ni hacer la revolución; éstos lo que quieren es no laburar y seguir cobrando”, dice el amigo de mi tío con el que siempre discuto.
XII
Según sus biógrafos, las pesadillas de Domingo Faustino Sarmiento preocuparon a sus familiares y amigos. Mal que bien el sanjuanino se las arregló para convivir con ellas, pero sinceramente no sé qué hubiese sido de su salud psíquica si sus pesadillas hubieran tenido que lidiar con el espectro pantagruélico de Baradel.
XIII
Pablo Moyano en el Vaticano. Cómodo como en su casa. Moyano en la Santa Sede no es un error, sino un “hombre de la casa”. El señor que debería estar entre rejas es, gracias a la condescendencia del compañero Bergoglio, un paseante distinguido de los jardines del Vaticano donde comparte cuitas y nostalgias con monseñor Sánchez Sorondo.
XIV
Ahora sabemos que en la inocente “reunión de trabajo” en Xanadú, lo primero que compartieron los “trabajadores” allí convocados fue cocaína. Sostener que Natacha Jaitt no aspiró el polvo blanco porque el médico se lo había prohibido, es ignorar su biografía y desconocer que la historia de la inmensa mayoría de los adictos es, precisamente, la desobediencia a las prescripciones del médico.
XV
La candidatura de Roberto Lavagna me resulta interesante, pero también me resultaría muy, pero muy interesante, saber qué quiso decir el ex ministro cuando dijo que en su campaña electoral no se iba a ocupar de la corrupción. ¿Indulto? ¿Perdón? ¿Amnistía? Sería bueno que lo aclare.
XVI
Roberto Lavagna debería aclarar hasta dónde llega su neutralidad en materia de corrupción, sobre todo para no dar lugar a que se sospeche que él. También en este tema cierra filas con sus compañeros peronistas que se opusieron a las leyes de arrepentido, extinción de dominio y desafueros.
XVII
El señor Roberto Lavagna debería saber que la corrupción devenida en cleptocracia no es una anécdota o una campaña moral vegetariana. Hoy la corrupción es tan importante como fue la represión en 1983. Y sería lamentable (o tal vez sugestivo) que los amnistiadores o indultadores de ayer sean los amnistiadores o indultadores de hoy.
XVIII
Diferencias o no con Esteban Righi, fue un hombre de bien, un profesional respetado, uno de los dirigentes que el peronismo podía mostrar sin ruborizarse o sin esconder prontuarios. Y su carrera política fue liquidada, casualmente, por un gobierno peronista que decidió proteger a Boudou y sacrificar a Righi.
XIX
Alberto Fernández dijo que la muerte de Esteban Righi deja un vacío imposible de llenar. Conmovedor hasta las lágrimas. Debería agregar a continuación, que ese vacío imposible de llenar lo produjo su actual jefa cuando decidió sacrificar a Righi para proteger a su muy querido y amado Amado Boudou.
XX
Esteban Righi puso en evidencia la sinceridad del discurso kirchnerista respecto de su compromiso con el peronismo combativo de los años setenta. En la primera emergencia política, a la hora de elegir entre Righi y Boudou, eligieron a Boudou. Eso es lo que se llama kirchnerismo en estado de pureza absoluta.
XXI
Es legítimo debatir -incluso criticar- la política de seguridad del Partido Socialista en la provincia de Santa Fe. Lo que no es legítimo, y sobre todo no es verdadero, es acusar a sus dirigentes de cómplices del narcotráfico, acusación que, conviene recordar, nació del pico encorvado del señor Andrés Cuervo Larroque.
XXII
No sé, ni me consta, que el intendente peronista de Pichanal, Julio Jalit, sea inteligente, como se animó a definirse. De lo que no tengo dudas es que su identidad política es peronista y su oficio, si le vamos a creer a sus palabras, parece ser el de ladrón. Admitamos, por último, que sólo en el peronismo puede exhibirse ese despojado y desenfadado rasgo de sinceridad.