«Guarda, cuídense porque anda suelta»

I

En ningún país del mundo es concebible que una persona con once procesos y seis pedidos de prisión preventiva siga en libertad y atrincherada en los fueros como si viviera en el mejor de los mundos. El asombro se transformaría en atonía y parálisis espiritual si además se supiera que la responsable del régimen más corrupto de nuestra historia y la mandataria que más robó y se enriqueció en el poder es al mismo tiempo la dirigente más representativa y con más votos del principal partido opositor. Esta hazaña ni Fujimori, ni Marcos pudieron lograrla.

II

La crisis económica y social de 2019 puede compararse a la de 2014, pero con un gobierno que no cuenta con la complicidad de los poderes corporativos del peronismo. La crisis es como la de 2014, pero los kirchneristas insisten en presentarla como si fuera la de 2001 o la de 1989. El fraude kirchnerista se explica por ese deslizamiento.

III

Interesante observar como se acomodan las palabras. “Grieta” nació para describir un conflicto intenso promovido desde el poder por un régimen populista y autoritario cuya consigna central fue “Vamos por todo”. Sin embargo, por esas cabriolas del destino, desde hace un tiempo alude a los “fanáticos” de Cambiemos que se resisten a deponer sus críticas a los K y pretenden que los corruptos y cleptócratas vayan a la cárcel. La maravilla consiste en que reclamar que el régimen corrupto kirchnerista rinda cuentas, incluye el riesgo de ser considerado “progrieta”.

IV

Los paros que lanza la CTA invocan reivindicaciones tan generales que podrían estar de huelga general hasta fin de siglo. La estrategia desestabilizadora se funda en esa maniobra destinada a vivir en estado de huelga permanente por cualquier motivo o por cualquier causa. Advertencia para el lector desprevenido: la consideración vale mientras ejerza el poder un gobierno no peronista.

V

Roberto Baradel larga un paro para el jueves. En cualquier país normal o en cualquier relación social civilizada a un tipo que se comporta así se lo califica no de dirigente gremial sino de delincuente. Delincuente a quien le importan un pito los niños y la educación pública. Queda claro que Baradel puede hacerlo porque cuenta con miles de “avivados” que la pasan bien cobrando sin ir a trabajar. Argumentar que el paro de Baradel es legítimo porque se realiza en solidaridad con otros trabajadores habilitaría una vez más la huelga permanente.

VI

Cuando las diversas fracciones del peronismo atacan al gobierno dicen defender al pueblo, cuando no se consideran titulares de una gesta a favor de la liberación nacional; pero cuando dirigentes de Cambiemos critican a la oposición por su falta de propuestas o por la responsabilidad con la cleptocracia kirchnerista, la respuesta es: están incentivando la grieta. No incentivar la grieta para los “compañeros” es lisa y llanamente liberar de culpa y cargo a los cleptócratas.

VII

¿Recuerdan cuando el dictador Augusto Pinochet reclamaba trato de enfermo y hasta se presentaba en silla de ruedas? ¿Recuerdan que cuando supo que ya no corría peligro con la justicia se puso de pie y caminó? No se por qué la enfermedad de Florencia Kirchner me recuerda algo parecido.

VIII

Hoy los peronistas reivindican a Arturo Frondizi, Arturo Illia y Raúl Alfonsín, a pesar que cuando fueron gobierno le hicieron la vida imposible con paros generales y conspiraciones golpistas. En esa línea no deberíamos asombrarnos cuando dentro de treinta años reivindiquen a Mauricio Macri para oponerlo a un gobierno no peronista.

IX

Me resultan conmovedoras las palabras de admiración de los peronistas con Alfonsín. Sinceramente hubiera deseado menos palabras de elogios hoy y más comprensión antes, cuando era presidente y tuvo que soportar trece paros generales de los compañeros al “presidente de la antipatria”.

X

Juan Grabois declara que si Cristina es presidente él se encargará de sacar a patadas a los corruptos. Se le va a dormir el pie. Pero es probable que le abran una causa por patear en el trasero a una mujer, viuda, madre de dos hijos y que suele presentarse como una abogada exitosa.

XI

Ciertos radicales que transbordan hacia la nave de Roberto Lavagna deberían tener presente que quienes abandonan el barco cuando sospechan que se hunde se parecen a ciertos roedores de cuyo nombre no quiero acordarme. En esa faena, Julio Cobos, por ejemplo, es un maestro.

XII

Este 1º de abril se cumplieron ochenta años del fin de la guerra civil española. Los republicanos siempre dijimos que ganaron los malos. Que a diferencia de las películas “rosa”, los malos se pueden salir con la suya. Durante décadas reforzamos esas certeza cantando en infinitas peñas y actos las coplas de la guerra civil española acompañadas de los más diversos insultos contra el “cabrón de Franco”.

XIII

Ochenta años después puedo permitirme una mirada un tanto más matizada de lo sucedido en aquella España sin necesidad de renegar de mi fe republicana. Francisco Franco fue lo que fue, es decir, un déspota y un reaccionario en toda la línea, pero no estoy seguro que todos los republicanos hayan sido republicanos. Además, hay algo que a Franco no se le puede desconocer por más que nos resulte desagradable asumirlo: después de casi cuarenta años de dictadura, dejó una España mucho mejor que la que recibió.

XIV

Como dijera alguna vez Salvador de Madariaga en ocasión de una pregunta que le hicieran acerca de su exilio apenas iniciada la guerra civil: “Me fui de España porque tuve la certeza de que ganase quien ganase me iban a fusilar”. Liberales, anarquistas, católicos progresistas, pensaban más o menos lo mismo. España no fue derrotada por Franco, España fue derrotada en el momento en que la guerra civil fue la única alternativa.

XV

Hace unos años escribí en este mismo diario que las islas Malvinas no valen una gota de sangre argentina. Sigo pensando lo mismo; pensamiento no muy diferente al que sostuve aquel 2 de abril de 1982 cuando no hacía falta ser un lince para saber que se trataba de una maniobra de los militares para reciclarse en el poder, maniobra fundada en la certeza de que los ingleses no iban a reaccionar. Digamos que quienes se habían ejercitado en la impunidad más alevosa fronteras adentro, ahora pretendían ejercer la misma impunidad fronteras afuera. El resultado fue el previsible.

XVI

¿Resulta chocante la consigna “Las Malvinas no valen una gota de sangre Argentina”? Pregunto a todo padre y en consecuencia toda madre: ¿Sinceramente estarían dispuestos a enviar a sus hijos a morir por unas islas cuyos habitantes no quieren saber nada con nosotros? Y que si por ventura las recuperáramos, no modificaría en nada nuestra realidad, es decir, no seríamos ni más ricos ni más pobres, ni más desarrollados ni menos desarrollados, ni más justos ni menos injustos.

XVII

Cuando el señor López Obrador, flamante presidente de México, en nombre de difusos ideales de izquierda, reclama a la monarquía española que pida disculpas por la supuesta masacre de indios perpetrada hace cinco siglos, ¿tendrá presente que el argumento de la “responsabilidad de sangre” lo “inventaron” los nazis?

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