Richard Linklater filmó tres películas narrando las peripecias amorosas de Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy). Las películas se filmaron a lo largo de veinte años en periodos de nueve años. La primera, se hizo en 1994 y la última en 2012. Es una hermosa historia de amor al estilo Eric Rohmer. Jesse y Celine se conocen en un tren. Ella es de Paris y él de Nueva York. Los dos son jovencitos, lindos, inteligentes y pretenden ser libres. Alteran la ruta de su viaje y durante un día, una tarde y una noche recorren Viena, conversan, frecuentan bares, caminan por los parques, conversan con gente linda que hace música, escriben poemas y a la madrugada, en un parque solitario y acompañados de dos copas y una botella de vino, hacen el amor. Se despiden en el andén de la estación con la promesa de encontrarse en el mismo lugar seis meses después, encuentro que no se produce. La segunda película transcurre en Paris. Allí se encuentran en la presentación de un libro y luego caminan por las calles de Paris, toman un café en un bar que elige ella y navegan por las aguas del Sena con los puentes de la ciudad, la catedral de Notre Dame y el cielo de Paris como testigos. La película dura el mismo tiempo que la escena. Él es un escritor norteamericano y el gerente de la empresa editorial lo está esperando en el aeropuerto para continuar la gira con la presentación de su novela, la novela en la que cuenta un amor casi adolescente con una rubia de París que conoció en un tren. Final abierto con música y voz de Nina Simone de fondo, pero todo hace suponer que esta vez no se separarán. La tercera película filmada en 2012 se inicia en una encantadora aldea de Grecia. Están casados, tienen dos nenas encantadoras (mellizas) y él acaba de despedir para Nueva York a su hijo del un anterior matrimonio, hijo adolescente que lo llena de culpas. Después de casi diez años de vivir en pareja hay señales de desgaste, pero las discusiones poseen el encanto y la inteligencia que solo ellos pueden ejercer. La película concluye con Jesse y Celine reconciliados tomando una copa en un bar con las mesas colocadas al frente de un río. Se oye al final «Gia ena tango» cantado por Haris Alexiou. Adelanto la traducción y dejo un link para compartir esa canción con Jess y Celine a orillas de un río en una perdida aldea de Grecia.
GIA ENA TANGO
Daría todo mi dinero por un solo tango
y una caricia tuya bajo la mesa
mirando a mi alrededor con indiferencia
y tu mano acariciando mi cuello desnudo.
Daría todo mi dinero por solo una noche
con románticos bailarines en una pista de baile
todos apartándome del fuego
que nuestros cuerpos envían a primera vista.
Daría todo mi dinero por causar un daño
que lograse alterar tu mente
porque la vida pide cosas locas y sabrosas
si lo que quieres es hallar las puertas del paraíso.
Como mujer y un hombre ante un Dios
un Dios de amor que nos señala
mientras nos besamos a la luz de las velas
toma en cuenta todo lo que nos prohibe nacer.
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