«La patota se reía y no es de hombres el aflojar»

 

I

Las patotas criminales de rugbiers son una creación propia. Generalizar es malo, pero desconocer síntomas evidentes, suele ser peor. Lo sucedido en Villa Gesell no es nuevo. Tampoco es la primera vez que una patota de rugbiers despedaza a su víctima. Y si esa subcultura -que anida como enfermedad en el mundo del rugby- no cambia, seguramente habrá nuevas tragedias. Nada personal contra el rugby, pero las cosas hay que decirlas. Y si a algunos los consuela decir que tenemos amigos rugbiers que son excelentes personas, vamos a decirlo, pero también hay que decir lo otro: la violencia, la patota, el crimen. Fenómeno parecido a esta subcultura del rugby no se da con tenistas, jugadores de básket, fútbol, golf o tateti. Ni siquiera los boxeadores dan ese espectáculo siniestro. La culpa no la tiene la pelota ovalada, el tamaño de los arcos o el reglamento de juego. Hay en el rugby una subcultura violenta, fascista, criminal. No son todos, pero son. Diez tipos matando a patadas a un pobre muchacho no es una anécdota. Como diría tío Colacho: “Estos tipos ni siquiera son guapos; son una tremendos asesinos hijos de puta, con perdón de sus madres”.

 

II

Mientras a Axel Kicillof los periodistas le preguntaban sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa, aprovechaba la ocasión para calificar la actual temporada veraniega como “exitosa”. Tilingo insensible. Incapaz de traducir un verbo, pero ligero para autopublicitarse con hazañas que no son propias. Prisionero como su jefa de la palabra “exitosa”. Una tragedia como el asesinato de Fernando, pero lo que a él le importa es pasar su aviso publicitario. Mentiroso además. Porque ni Mandrake el Mago podría provocar el milagro que en treinta días la sociedad argentina pase de una realidad macrista marcada “por el hambre, la miseria, y el frío”,  a la prosperidad, el placer y la abundancia K.

 

III

A favor de Axel Kicillof podría decirse que ese hábito de incluir tilinguerías irrespetuosas en medio de una tragedia colectiva no es nuevo, aunque hay que admitir que exhibe un copyright exclusivo. ¿Se acuerdan de las declaraciones de los compañeros cuando Cromagnón ardía en llamas? ¿Recuerdan el exquisito y oportuno sentido del humor de Cristina para referirse a los trenes, mientras los familiares de las víctimas enterraban a sus seres queridos muertos en la tragedia de Once, ocurrida gracias a la corrupción, impericia e irresponsabilidad de sus ministros, secretarios de estado y demás cómplices? Pregunto: ¿Son chistosos o en realidad se están cagando de risa de todos nosotros?

 

IV

El viaje a Israel por parte del gobierno argentino me parece una buena decisión. Como es meritorio el reconocimiento de Hezbolla como organización terrorista. Y que todo este despliegue el gobierno argentino lo haga en una convocatoria internacional de repudio al Holocausto. Muy en particular si se trata de un gobierno peronista, históricamente aliado con los fascistas y protector de nazis. En homenaje a la historia, nunca olvidar que en 1939 los ancestros ideológicos del actual gobierno festejaron el triunfo de Franco en España. Y en esos mismos años, tiritaban de emoción contemplando los desfiles de los camisas negras saludando al Duce con el brazo en alto. Y en 1943 apostaron a la victoria de los nazis y la Brigada Azul en Stalingrado. Y en 1945 en adelante declararon al país frontera abierta para refugiar a cuanto criminal de guerra anduviera suelto por el mundo. Bienvenida la visita del gobierno peronista a Israel, pero cuando paseen por los jardines de Yad Vashem, donde están las tumbas de las víctimas de Auschwitz, cuando les muestren las escenas de niños gaseados, nunca olviden que a algunos de esos asesinos de judíos muertos sin compasión ni misericordia, un gobierno argentino, de cuyo nombre no quiero acordarme, los protegió y hasta los honró con cargos y honores.

 

V

¿Qué diría tío Alberto si algún político de Israel -o de algún otro país- le dijera al pasar que el Memorándum que ordenó firmar su jefa con los fanáticos islámicos (negacionistas del Holocausto) fue el día exacto en que el Ejército Rojo llegó a Auschwitz? ¿Casualidad o causalidad? ¿O alguien puede creer que los halcones y fanáticos del Islam ignoraban el valor simbólico de esa fecha? ¿O que el señor Timermann tampoco la tuvo presente?

 

VI

En algunos momentos daría la impresión que Tío Alberto está para la foto y tareas menores en algunos casos estremecedoras. Por ejemplo, almorzar con Hebe Bonafini. Me parece una vergüenza para su investidura y para los propios argentinos, que el presidente de la nación le otorgue ese privilegio a una mujer evidentemente desquiciada que solo destila odio, rencor e instintos criminales. En un país normal, Hebe Bonafini no almorzaría con el presidente, sino que debería responder ante la justicia por el destino de los millones de pesos en Sueños Compartidos. O por sus declaraciones racistas y criminales.

 

VII

El actual gobierno peronista es una coalición con intereses diversos. Pero en esa coalición -como en toda coalición- hay alguien que dirige. No hay hegemonía sin conducción. En el caso que nos ocupa, esa dirección la ejerce Cristina. Tío Alberto trata de equilibrar porque ese es su lugar asignado. Pero no decide. Y él lo sabe. Un conocido me pregunta si no tengo esperanzas en este gobierno. Le respondo que a mis esperanzas siempre les he dado mucha importancia, por lo que las coloco en lugares más honorables y más decentes que las que encarna un presidente sin palabra y una vice con prontuario.

 

VIII

Si el lawfare existiera, habría que sancionar a sus inventores por inútiles, porque en nuestros pagos es de una ineficacia asombrosa. ¿Por qué digo esto? Porque todo el orden jurídico local está diseñado (y en los últimos meses reforzado), para asegurar la impunidad de las corruptas y corruptos. Si hubiera lawfare, en los términos que denuncia los kirchneristas, Cristina estaría presa hace rato. Sobre esa contradicción flagrante, los kirchneristas por supuesto no se hacen cargo. Con el paso de los años las nuevas palabras irán “reperfilando”, su verdadero significado. Es muy probable que en el futuro la palabra lawfare sea sinónimo de impunidad.

 

IX

Si el talento artístico y la decencia intelectual fueran artículos baratos, podríamos prescindir de Luis Brandoni. Pero como en los tiempos que corren son virtudes en extinción y muy en particular en este país en el que los artistas se venden al poder, Brandoni es insustituible.

 

X

Milagros Sala está bien presa. Sus delitos están probados y debe cumplir su condena. Pero insisto una vez más: no deja de ser injusto -y de

alguna manera clasista- que ella esté entre rejas y su patrona y jefa exclusiva, titular de delitos de corrupción mucho más graves que ella, disfrute de la libertad por el simple motivo de tener más plata y más poder.

 

XI

Matías Kulfas denuncia un sobre con dólares en su despacho. Desde los tiempos de Felisa Miceli -o tal vez desde antes- esa obsesiva costumbre de los kirchneristas de andar entreverados con sobres, bolsos y cajas fuertes en los escritorios, en el baño, en los placares, en los conventos, en los fondos del patio. Repito: si la esvástica es el símbolo de los nazis y el martillo y la hoz de los comunistas, el símbolo de los kirchneristas debería ser el bolso, la caja fuerte o el sobre.

 

XII

Víctor Hugo Morales dice que al fiscal Alberto Nisman si lo hubieran querido matar podrían haberlo hecho en los prostíbulos que frecuentaba. Cuando los uruguayos son basura, son basuras completas. Pero como para seguirle la joda, le preguntaría al compañero Morales: ¿Está del todo seguro que Nisman no frecuentaba los prostíbulos de su compañero Eugenio Zaffaroni?

 

XIII

Bomba a la embajada de Israel: impune. Atentado contra la AMIA: impune. Asesinato de Nisman: impune. En todos los casos la impunidad es la constante. Como si el descubrimiento de uno solo de los eslabones permitiría descubrir todo lo demás. A su manera los terroristas son lógicos

Objetivamente hablando, que Nisman haya sido asesinado, no se desprende que Cristina y su séquito sean los autores. La única sospecha firme de esa responsabilidad es la obsesión de los K (los de mala leche y la legión de boludos gratis que los apoyan) en negar el crimen.

 

 

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