«Y no le erré»

 

I

Esta semana una persona a la que presentaron como el hijo de la titular del Partido Justicialista de Villa Gobernador Gálvez fue acribillada a balazos. Se habla de cuarenta o cincuenta tiros. A Scorsesse o Tarantino no se le hubiese ocurrido algo tan truculento. El episodio sin duda que compite con Pablo Escobar y el “Chapo”. Todo quedaría reducido a un lamentable y doloroso episodio policial si no se supiera que en menos de dos meses esta es la víctima número cuarenta. Solicitud de ayuda a mis lectores: Díganme que no es cierto, que se trata de una joda o de un chiste de mal gusto, que el Ministro de Seguridad de la provincia, Marcelo Sain, declaró que esta oleada de crímenes es un fenómeno estacional, porque así como en verano llegan los mosquitos y en las noches de luna las vizcachas bailan chacareras en el campo, en Santa Fe en enero y febrero a cierta gente le dan más ganas de matar que en otros meses. Me imagino que también será una joda la propuesta de salir a cazar delincuentes con boleadoras o, en el mejor de los casos se trata de un homenaje al indio Patoruzú.

 

II

En todas las ciudades lamentablemente se cometen delitos, pero en Rosario hay que hacerse cargo que el problema es mucho más grave o más serio, ya que allí no hay delitos en el sentido individual y convencional de la palabra, sino crimen organizado. Esto quiere decir que la mafia, el narcotráfico o como mejor quieran llamarlo, se ha constituido como un factor de poder y me temo que algunos rubros ese poder es dominante. Ya no se trata de banditas de maleantes, peligrosos pero controlables; en Rosario lo que parece disfrutar de buena salud son redes de poder delictivo, redes que incluyen asesinos a sueldo, pero también comprometen a franjas de la justicia, la policía, los sindicatos y el poder político. Estas redes se perfeccionan y amplían con una trama cada vez más espesa de profesionales, empresarios, burocracias que de una manera u otra, directa o indirecta, se benefician con el hampa.

 

III

El problema principal que tiene el gobierno peronista de Alberto Fernández, el nudo que no pude desatar o el obstáculo que no puede superar, es que para asegurar el crecimiento que declama, tiene que hacer exactamente lo contrario de lo que cree, de lo que pregona en las campañas electorales, o de lo que los compañeros aúllan cuando ejercen la oposición. Proteccionismo, mercado internismo, sustitución de importaciones, subsidios a una burguesía incompetente y parasitaria, alianzas con burocracias sindicales corruptas, cuando no mafiosas y confiscaciones a las fracciones de las burguesías más modernas, competitivas y articuladas con el mercado mundial. Esas son sus certezas más allá de maquillajes y afeites. En ese contexto y con esas creencias, ni Mandrake el Mago puede hacer milagros.

 

IV

Pronto sabremos si el proyecto presentado por el senador peronista Guillermo Snopek con la intención manifiesta de promover la intervención del Poder Judicial de Jujuy para liberar a Milagros Sala, se concreta. De lo que no me caben dudas es que Snopek no está solo. Con más o menos entusiasmo, la mayoría del peronismo lo apoya. Sobre este tema, no son los principios los que los diferencian, sino las conveniencias prácticas. Para la inmensa mayoría del peronismo Milagros Sala es algo así como una Juana Azurduy de la frontera norte. Pobre Juana.

 

V

La estrategia de defensa de los rugbiers es la misma que la de Cristina. Como es bien sabido, los buenos y los malos ejemplos llegan de arriba. “Si a ella le fue bien, ¿por qué no nos va a ir bien a nosotros?”, pensarán los asesinos. Los insultos de los rugbiers a la fiscal no son muy diferentes a los que profirió Cristina a sus jueces. Faltaba que los rugbiers le dijeran a los magistrados: “Son ustedes los que deben declarar”, y se retiraran dando un portazo. Después, el mismo silencio sobre lo que importa; la misma victimización y la misma pretensión de impunidad.

 

VI

Los rugbiers se niegan a declarar sobre lo sucedido aquella madrugada del 18 de enero, porque es todo tan evidente que les resultaría imposible defenderse. Algo parecido ocurre con Cristina. El saqueo de los recursos nacionales es tan evidente, que nunca habla de lo que efectivamente la acusan. Un punto decisivo la diferencia de los rugbiers: dispone de más poder. Sus posibilidades de impunidad son más altas, como lo son sus delitos. No nos engañemos, el saqueo de recursos nacionales perpetrado por los Kirchner y su pandilla de rufianes es tan obsceno como el crimen cometido por los rugbiers contra Fernando. ¿En qué momento el abogado de los rugbiers dirá que sus defendidos son víctimas del lawfare?

 

VII

Lo de las senadoras peronistas presentando un proyecto para limpiarle la ropa sucia a políticos corruptos, es en el sentido más limpio de la palabra, una canallada política, el ejercicio práctico de una solidaridad mafiosa con los responsables del saqueo de los recursos nacionales. Lo que no se le puede negar a las compañeras senadoras es la pasión irredenta por defender a sus jefes y jefas. No hay aquí un interés general o una pasión patriótica. Nada de eso. Lo que se pretende es que los jefes y patrones no vayan en cana. Allí empieza y termina todo. Desde los tiempos del Cid Campeador que no conocíamos vasallos tan incondicionales y sumisos.

 

VIII

¿Resulta tan difícil entender que a los “presos políticos” por cuya libertad reclama el peronismo nadie los interrogó acerca de sus sentimientos por Evita o Juan Domingo, o por su voto a Luder, Menem Néstor o Cristina, o por su simpatía a la comunidad organizada, o a la Argentina potencia, o a la patria socialista?. ¿Es tan complicado entender que los compañeros no fueron procesados por peronistas, sino por ladrones? Ni presos políticos ni detenciones arbitrarias. Aquí lo único arbitrario que hay en materia de justicia es la impunidad a la Jefa.

 

IX

“El radicalismo está más cerca del peronismo que del Pro”, dice Ricardo Alfonsín. Un argumento práctico para refutarlo: si en las condiciones históricas de la Argentina la UCR no ejerce la oposición al peronismo, está liquidada. ¿Importa recordarles a los correligionarios que todos los partidos que se aliaron con el peronismo desaparecieron? Si no me creen, pregunten cómo les fue a los desarrollistas, a los democristianos, a los conservadores, a la Ucedé, al Partido Intransigente, a la izquierda nacional (siguen las firmas).

 

Ricardo Alfonsín con su decisión verifica una vez más la eficacia que ejerce la hegemonía peronista en la cultura nacional. La saga se inició en 1944 cuando Perón intento seducir a Amadeo Sabattini. Entonces el “tanito” de Villa María le dijo que no; ahora Ricardito dijo que sí. ¿Argumento? Colaborar con la patria. Me seco una lágrima y le señalo: en una democracia, la patria la forja el oficialismo y la oposición. Solo una víctima de la hegemonía populista puede suponer que la colaboración con la patria solo se ejerce desde el oficialismo y desde la saludable y reconfortante temperatura que irradia el calor del oficialismo.

Noticia de: El Litoral (www.ellitoral.com) [Link:https://www.ellitoral.com/index.php/id_um/227084-y-no-le-erre-cronica-politica-opinion.html]

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